martes, 3 de diciembre de 2019

Pastor apuñalado por extranjero al que ayudó

Pastor apuñalado por extranjero al que ayudó, lucha por su vida Su esposa denuncia la traición en la que se vieron envueltos. Rosa Delia García y su esposo Óscar Hernando Zapata trabajan en la localidad de Fontibón presidiendo la iglesia Puerta de Adoración, ubicada en la calle 20ª No. 96C40. 31 de enero 2019 , 11:40 a.m. Todo comenzó con el trabajo pastoral que realizaban Rosa Delia García y su esposo Óscar Hernando Zapata en la localidad de Fontibón a través de su iglesia Puerta de Adoración, ubicada en la calle 20ª No. 96C40. Ellos, como muchos otros ciudadanos de Bogotá, sintieron tristeza al ver tantos ciudadanos venezolanos apostados en el parque de la localidad, aguantando frío y lluvia. Para septiembre de 2018, los días habían estado grises y se conmovieron a verlos sin nada de comer. Lo primero que hicieron fue darle comida y así se las ingeniaron para llevarles 25 almuerzos diarios. “Eso lo hicimos durante un mes hasta que ya no pudimos más”, contó Rosa. Luego, la pareja permitió que cinco de ellos se quedarán por unos días en las instalaciones de la iglesia pues, días antes, habían solicitado ayuda. “Entonces nosotros les permitimos quedarse en un patio cubierto que tenemos en la parte de atrás de la iglesia. Allá podía poner sus colchonetas y resguardarse del frío”. Para noviembre, la pareja de pastores tuvo que salir de la ciudad. Todo trascurrió normalmente hasta que ellos volvieron a arribar a la iglesia. “Cuando llegamos algunos de los venezolanos nos contaron que Stevenson Leo, uno de ellos, los había amenazado con cuchillos y que había mostrado una actitud violenta durante su estadía”. Por obvias razones el pastor Zapata tuvo que llamarlo al orden y decirle que, bajo ese comportamiento, no podía brindarle más hospedaje. “Ese mismo día sacó sus cosas y se fue de la iglesia. No volvimos a saber nada de él. Pasaron noviembre y diciembre y nada”. Cuando llegamos algunos de los venezolanos nos contaron que Stevenson Leo, uno de ellos, los había amenazado con cuchillos y que había mostrado una actitud violenta durante su estadía Pero en enero un movimiento extraño despertó las sospechas de uno de los empleados de una veterinaria, también propiedad de la pareja. “Él vio a Stevenson señalar la iglesia con la mano. Iba en compañía de otro hombre. Al final no le prestamos atención al tema”, comentó Rosa. Días después, otra vez, apareció. Esta vez llegó a la casa de los pastores a pedir perdón, que quería, de nuevo, congregarse en la iglesia. “Mi esposo le dijo que no había problema, que la iglesia siempre estaría abierta para él y que buscará a Dios”, contó Rosa. Días después el mismo hombre reapareció y les dijo a los pastores que quería hacerles un almuerzo como agradecimiento, que él compraba todos los ingredientes pero que le prestaran la cocina para prepararlo. Él vio a Stevenson señalar la iglesia con la mano. Iba en compañía de otro hombre. Al final no le prestamos atención al tema Esta pareja es conocida en el sector por, a través de la iglesia cristiana, realizar obras sociales. Foto: Rosa Delia García Así llegó el 18 de enero de 2019. “Ese día habíamos salido con mi esposo a hacer algunas diligencias. De un momento a otro nos acordamos del almuerzo. Lo llamé a decirle que si lo podíamos posponer pero él aseguró que ya tenía todos los ingrediente comprados y que iba llegando a la casa”. Entonces Rosa llegó a su casa pero algo la hacía sentirse insegura. Por eso llamó a unos pastores amigos y los invitó para que la acompañaran. “Poco antes de terminar de comer llegó mi esposo. Se sentó y comió. Luego le dijimos que teníamos que salir a orar por el apartamento de unos amigos pastores y él, de forma muy extraña salió detrás de nosotros”. Cuando la pareja salió de su visita, Stevenson los estaba esperando. “Él se regresó con nosotros a la iglesia, entró a la casa y se quedó en el comedor mientras mi esposo estaba en su cuarto”. Lo siguiente que Rosa escuchó, mientras estaba en la cocina, fue el sonido del timbre. Un hombre había llegado a preguntar por Zapata. “Mi esposo le abrió a ese tipo y en seguido, lo único que escuché fueron sus gritos. Stevenson y su amigo estaba apuñalándolo”. Mi esposo le abrió a ese tipo y en seguido, lo único que escuché fueron sus gritos. Stevenson y su amigo estaba apuñalándolo. Rosa trató de buscar algo para ayudarlo pero los tipos la golpearon en la cabeza y luego en todo su cuerpo. “Yo lo único que pude hacer fue orar para que no nos mataran. Luego Stevenson y su cómplice me soltaron y salieron corriendo”. El pastor Zapata estaba gravemente herido. Los oficiales de policía que arribaron al lugar alcanzaron a llevarlo al hospital de Fontibón. “Cuando los médicos le retiraron la camisa se dieron cuenta que tenía 10 puñaladas: cinco en el tórax, tres en el abdomen y dos en la cabeza. Se afectó su corazón y un pulmón”. Desde ese 18 de enero este hombre lucha para sobrevivir en la clínica de Occidente mientras quienes perpetraron el hecho están en libertad. “Solo un milagro de Dios puede salvar a mi esposo de morir”. El secretario de seguridad Jairo García dijo que entraría en contacto con las víctimas para hacer todo lo que corresponda para que este caso no quede impune.

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